domingo, 26 de octubre de 2014

MAESTRO ENTRENADOR NACIONAL DE JU JITSU

Este sábado terminó, el que para mi será, el último título federativo, el Maestro Entrenador Nacional de Ju Jitsu.

Por diferentes motivos a lo largo de muchos años, este título ha sido el que más tiempo ha tardado en llegar, aunque fuera el primero que me ilusionaba tener.

No es un secreto que siempre me he considerado más Jujutsoka que Judoka, ya que fue mi arte marcial madre, y a la cual siempre le he mantenido un grandísimo respeto.

Cuando comencé a entrenar, lo hice haciendo Ju Jitsu, al més ya estaba suplementando los entrenamientos de 7 horas semanales de Ju Jitsu, con tres horas más de Judo. Cuando tuve cierto nivel, después de cuatro años, pedí permiso a mi Maestro y comencé a entrenar Aikido durante tres horas más a la semana. Esto provoco que durante cinco años, estuviera entrenando algo más de trece horas semanales.

Después vino un parón de tres años en Ju Jitsu, en los cuales aproveche para entrenar Karate en alguno de los Dojos más laureados de Tenerife. Siempre echando de menos mis principios, al cabo de esos tres años, volví a hacer Ju Jitsu, pero ahora mucho más enriquecido por los otros estudios que había tenido, y valorando lo grande y completo que es nuestro arte marcial.

Han sido ya 16 años los que llevo dando clases de Ju Jitsu, he intentado mantener todos los valores y el respeto que mi Maestro me trasmitió a la hora de estudiar este gran arte marcial.

Lejos han quedado los tiempos en los que oía a mi Maestro que tenia que ir a la península 21 días para sacar esta titulación, trabajando 10 horas diarias, presentando trabajos y esforzándose al máximo para conseguir que sus titulaciones fueran dignas de las enseñanzas que iban a impartir.

Los tiempos han cambiado y ahora, estas titulaciones hoy son de risa, y revolverían a cualquiera que hubiera pasado por los tiempos anteriores, por lo que yo le voy a dar la importancia que realmente tiene. No veré lo que esta impreso en un papel, sino una oportunidad de responsabilidad y fomento, de dar lo mejor de nuestro arte marcial en los tatamis a los que vaya, y que los alumnos que quieran entrenar con nosotros, sepan valorar lo que se les esta trasmitiendo.

Estoy convencido que las autoridades federativas están equivocadas en la forma de afrontar los exámenes de grados y los cursos de titulaciones, y que tanta permisividad acabará pasándonos factura, es más, ya esta pasando. Hagamos que la gente vuelva a sentirse orgullosos de ser Jujutsokas.

Si se exige en los pases de grado, y en los cursos de docencia, tendremos maestros mejor formados con ganas de demostrar lo que es el Ju Jitsu, y que enseñaran con ilusión y entrega.

La desidia es uno de los males de nuestra sociedad, mantengamosla  fuera de nuestros tatamis y de nuestra federación, y volveremos a ser admirados y respetados.


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